lunes, 28 de septiembre de 2009

Horrores por Jesúa Gállego

Estos sueños ya empiezan a dejar de parecer sueños
Te siento tan cerca, sabiéndote tan lejos
Te escucho porque puedo, no porque quiera
En verdad, no quiero escuchar lo que tengas que decir
Pero quiero saber, porqué soy yo el que escuchará
Lo último que haz de decir...

Me recuesto...y temo parpadear. Sé que no estaré aquí cuando lo haga
Y como no lo puedo evitar, sucede. Te veo sufriendo, te escucho gritar
Y gemir, y blasfemar. Te veo morir, y es horrible. Te veo transformándote,
Te veo desaparecer...también veo como absorbo tu angustia y como te dejas caer.

Mil voces mas siguen a la tuya. No los conozco, pero acudo a sus llamados
Acudo a presenciar horrores ajenos que hago míos, y me pongo a pensar...
Pienso que estoy cansado, puedo sentirlo también. Pienso que estoy solo, y siento
Que me haz abandonado. Yo ya lo he hecho...y pienso, que quizá no debí hacerlo.

¿Y ahora en donde estoy? Veo a dos hombres elegantes escoltando a una mujer
Nadie parece notar mi presencia y...ya no estoy ahí. De nuevo estoy delante de
Esos seres, que parecen ser uno...veo cuencas oculares vacías, veo cabello largo y luego corto
A veces hombre, a veces mujer, a veces nada. Pero siempre virtiendo en mi, alaridos desgarradores
De augurios desesperanzadores y terribles. No hay a quien pedir ayuda, me encuentro solo
O eso creo...porque no me he visto en realidad. Y luego un torbellino...y siento como si
No cupiera en ningún lugar...un relámpago...un dolor de cabeza intenso, y entonces despierto.

Esos son los horrores de la noche. Casi sin fuerza, emito un débil suspiro.
Clavo la mirada en cualquier lugar, enjugo las lágrimas y me pongo a temblar...
Porque si apenas sentía que moría...aún falta enfrentar, los horrores del día...

jueves, 24 de septiembre de 2009

El éxito

¿Qué es el éxito? Pues bien…ESA es una buena pregunta. En un intento desesperado por iniciar mi escrito, busqué la definición oficial de la palabra. La Real Academia de la lengua Española nos dice que el éxito es: “el resultado feliz de una actividad”. Esa definición provoca en mí una mayor confusión. Siendo la “felicidad” una cualidad inherente del “éxito”, el problema para poder definirlo en mis propios términos, es enorme.
El éxito es una condición humana inalcanzable en esta vida. Casi todas las personas tienen propósitos que desean alcanzar, las mismas personas establecen cuáles son sus objetivos por cumplir en su tiempo de vida y hacen un plan. Entonces, ponen todo su empeño y esfuerzo para satisfacer los objetivos que ellos creen, le darán significado o valor a sus existencias.
Cuando una persona consigue lo que quiere, tiene dos opciones: quedarse estancado o plantearse nuevos objetivos, trazar nuevos planes. En esta vida siempre cambiante y problemática, no creo que sea correcto aseverar que las personas tengan un objetivo primordial que defina sus vidas. Lo que creo que se tiene, es un deseo por alcanzar el ideal del éxito definitivo. Existe para ser inalcanzable, yo opino.
Las personas pueden considerarse “vivas” sólo si tienen una razón para vivir. De otra forma solo sobreviven, realizando actividades fundamentales que mantengan sus cuerpos funcionales y sanos, pero no haciendo otra cosa que ocupar espacio en este mundo.
Así que, si una persona ha alcanzado todas sus metas, logrado todos sus objetivos, obtenido todo lo que quiere y anhela…entonces no hay más razón para estar vivo, y dicha persona no está “viva”. Con esto no quiero decir que los vivos seamos todos fracasados, sino que el “éxito” es el final del camino, lo que hace o haría interesante el camino que decidamos recorrer para poder alcanzarlo, el motivo que nos impulsa a ejercer el derecho a tener una vida y el propósito que nos alienta a mantenerla.
Tiene lógica decir que el “éxito” es inalcanzable. De ser asequible, no habría porqué seguir con vida…y si la vida tiene algo, es una capacidad enorme para convencernos de mantenerla, aunque no comprendamos claramente para qué. Le llaman “instinto de supervivencia”.
Por lo tanto concluyo, que el éxito es un estado deseable de total paz, por el cual estamos en guerra con nosotros mismos y con el mundo, por todo el tiempo que duren nuestras vidas. Dicho estado es imaginario e imposible de alcanzar, pero sirve para dar propósito a la vida humana, y que no sea un mero ciclo “nacer-crecer-reproducirse-morir”.